lunes, 10 de octubre de 2011

¡ Llueve !
Y las personas presurosas
 se amotinan
[contra el cielo]

 Paso raudo - rumbo a casa
masa líquida
que ¨ todo ¨ lo incorpora
 en un abrazo.

 ¡Oscurece!
la tarde...
se aletarga el tiempo y sus quimeras
el reloj es tan solo un/excusa

 Máximo común denominador por exelencia, el ¨paraguas¨ no conoce de gentilicios, lo mismo le da pregonar ¨ el Salmo¨ y cobijar asi, bajo esas pretas alas a un bonaerence, lisboeta, fayumita o espinaluno...

 Pero hay [gentes] que no le temen a la lluvia. Son aquellos seres misteriosos, con movimientos amebos y ojos lacteos que surcan las calles. ¨Los encuentra llaves¨ con arduo trabajo en días o noches como estas; vestidos con galas parecidas a las que usan los amables recogedores de basura, desempeñan su labor con trajes que fluctuan entre modas y cortes astronautescos y formas lineales fluorecentes del naranja mas vívido, es claro que el Gobierno de la ciudad no destinó muchos fondos en sus atuendos... [continuará]

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