miércoles, 5 de octubre de 2011

De la luna y sus incios; tambíen de sus dedos y de ella..

Toda la noche y sus estrellas.
El mío balcón ha sido asediado por esta nocturnidad que parece decirme, titilante ante la hombría que me queda; corre, hacia ella, a sus manos de porcelana, a su cintura tan breve como cualquier columna de Atenas, a sus cabellos jónicos. ¡Basta!

Es el breve sonido del filo del cuchillo sobre la piel de una cebolla, que llora todas sus capas, la delicadeza con que las ¨julianas¨ van cayendo desnudas sobre la madera. Sonidos y algunos más. Antes que cualquier sabor, mis orejas echan un vistazo al wok, aullante, profundo, al cosmos de su atmósfera preta, en cuyas llanuras cabalgan encrespados los fluidos del girasol. Aceite de góndola, barato por defecto, útil para cualquier muerto de hambre, sediento de comida.

Sonrío y hecho de nuevo vistazos a la balconía coqueta del paisaje citadino. Ah! Buenos Aires sos tan hecha puta… con tu ruído acostumbrado a nosotros; los que te amamos a manera de semidioses fornicarios con un cigarro en la mano y en la otra una copa Malbec.

Todos aquellos farolitos adornándonos, parecían una constelación muda, un aura que contaba nuestros pasos, los de ella de acuarela por la resignación de su peso, los míos de arena por lo tanto más pesados; pero igual de ligeros. Era nuestra primera cita. Lo de cita, lo rotulé yo, quizá para ella tan solo un encuentro cultural, según sus propias palabras.. ¨hay que alimentar la mente¨ solía decirme mientras terminaba su porro. Dudo que tu mente se alimente de cannabis – le decía – y se echaba a reír. Y en su sonrisa los anillos de Saturno se hacían míos ¡Muy míos!.

- No hablo de esto.
- Digo que bueno, nada.. es bueno ir a expos, museos, esas cosas. ¡Vos sabes!
- Si, sí. Lo sé.. entiendo. Bueno ¿cuándo vamos?
- Déjame ver que hay en agenda.
- ¡Bueno!.
- Mejor lo veo yo y te aviso, ¿dale?
- Como quieras...
- Bueno, ahora dame una seca ¿no?
- Pero vos - no fumás.
- Solo con chicas lindas. ja ja ja.
- Entonces.. ¿no fumarás conmigo?...
- pero si sos preciosa… ¡en serio!
- Ay ya!..

Aquellos saturnios de noche, busque en internet la agenda cultural de la ciudad mientras hablábamos con un amigo. El, me comentó acerca de una exposición de arte japonés.

- Es la Casa de la Cultura
- ¿A si? Y de que se trata.
- Dale turro; tenés que ir... (continua)

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