El cuello y la lana..

Las manos entumesidas, aun estando sepultadas cada una en los bolsillos gigantes, en el abrigo de paño, con el suelo besandole los presurosos pasos, la nariz tan fria como la de un perro, con un gesto tan encogido de hombros, Emilia Cayetana Farez Milita dirigia su escualido cuerpesillo hacia no se donde, con destino al calor, a un calor del cual prescindia en aquellos minutos su cuerpo y el clima. De a pocos el cielo despertaba, a manera de bostezos, creo que aun se podian ver ascendiendo algunos rezos.., alguna que otra luz implorando salir por la ventana.., ademas de un par de seres vespertinos que salpicaban el panoroma. La calle empapada, como niño bajo la lluvia, se abria ante el dia, por espejos, charcos sucios, mostrando cielos grises, Emilia los mira, se abstrae, se sumerge en ellos...

¨Corazon de mudanza, tengo el corazon de mudanza, esto de quien es ... sino te importa me lo quedare,... esta casa es mas pequeña.. por las noches me quedare en la puerta. esperando siempre a que vuelvas... una forzada naturalidad... corazon de mudanza..¨

El aullido chillon de la bocineta de un conductor tambien enajedano, hace languidecer el rostro de Emilia, ella calla el canturreo apresado en la bufanda que le abraza la cara. Su paso se detiene a la fuerza, transgredida su quietud, el mundo se despierta de pronto, los charcos ya no valen nada, el automovil feroz sigue su camino... se pierde serpentiante en lontananza. Parada ante la nada, Emilia mira al cielo, se descubre la cara, se deja acariciar por el estupido frio, por la ñoña brisa, por el esqueleto del tiempo... habre los brazos no crucificados, la discola mente enbetunada, a naufragado en la retorica de la chuiquilla enamorada...

Emilia nuestra que estas en la tierra,

profano sea tu nombre

y junto con el tu norte

y toda esa parbula maquinaria distante.

Y luego:

Consorte de empresas lustres;

toco madera, toco acero,

toco tu sexo asexuado,

que ante la rabia,

lebanto mis cuatro manos.

¡Si! ¡Si!

...empuño mi protocolo maleducado.

La manos en los bolsillos, Emilia....se ha estrellado contra la nada.. pero vuelve a su casa.. asi .. aun muy temprano con el frio jodiendole todo los huesos, nada podra explicar aquel calor que ha encontrado....