lunes, 10 de diciembre de 2012


La chica del alma tatuada
lleva por sonrisa 
una luna menguante:
En sus gestos entreleo a Bukowski.

Llueve.
Y digo llueve.

Cada vez que paso 
por su trabajo 
la veo sirviendo mesas.
Y es allí que le haría el amor
sobre una mesa.

Por que en esa luna llueve
sin miedo a mojarse
y mientras todos miran Tv 
en sus estúpidas casas

Yo camino por las calles 
y digo llueve
llueve...

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