De todas la formas y maneras de perder el tiempo en este mundo esta pueda que sea la mas absurda, pero vaya que funciona. Si su intencion es mantenerse cuerdo, ecuanime y cercano de una prosa salubre entonces deje inmediatamente de leer estas lineas, ojala no sea demasiado tarde. Necesitara un tazon, estos hechos de ceramica, dejo el color a su eleccion. Vierta dentro de su espacio vacio dos cucharadas de cafe (pueden ser tres solo si es que no son dos) , adihera ahora a la ponsoña cafeinica tres cucharaditas de azucar blanca, en este paso Ud. ya habra perdido dos minutos... de estar cogiendo el tazon con la mano izquierda, provoque un movimiento telurico centrifugo de tal forma que las particulas dulces y amargas se amalgamen sin mucha ciencia. Deje el tazon sobre una superficie, por lo general una meza... y con las dos manos apriete, precione, apachurre, estruje el enbase que contiene la indispensable crema de leche (elemento impajaritablemente necesario para es ta receta) , cantidad: al gusto, solo asegurese que esta no revase la mitad del tazon. Tiene escencia de vainilla cerca, corra por ella, no sea que esta corra hacia Ud. Solo necesitara una gota, repito, ¡una gota mierda!. (Disculpe la finura) Proceda a batir con la cucharita para formar una mescla uniforme y luego abandonece al increible olor que emana de esta travesura. Y como si fuera poco (ya estara por los cuatro minutos) comienze a disfrutar de a pocos este candido menjunje a la par que meditada acerca del Metodo de Stalivnasky (esta es parte de la receta, sin la cual estara incompleta) han pasado cinco minutos.
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